Please activate JavaScript!
Please install Adobe Flash Player, click here for download

Dental Tribune Hispanic and Latin America Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America La organización del tiempo es algo indis- pensable en la clínica odontológica. Una de las mejores formas de organizarlo es apuntarlastareasarealizarenunaagen- da e ir tachando o eliminando las termi- nadas. De esta manera, la sensación de acumulación de trabajo no existirá y pre- valecerá la de la buena organización y trabajo terminado. En mi caso, mi labor en la empresa es muy extensa. Cuando llego por las ma- ñanas ordeno la clínica dental (sala de espera, recepción, baño, gabinetes ), se actualiza la base de datos, recojo el ins- trumental, se mandan mailings, llamo a pacientes a los que se hicieron presu- puestos pero no hicieron cita, listo los pacientes de la consulta del día, atiendo el teléfono, a los vendedores de produc- tos comerciales que lleguen a la clínica, hago alguna factura o algún presupuesto pendiente, realizo inventario-pedidos, organizo la agenda para que no queden tiempos vacíos si algún paciente anula y luego por la tarde ayudo a los doctores en el gabinete dental, atiendo la puerta, hago presupuestos, doy citas, atiendo el teléfono, hago llamadas, y, si la tarde está un poco «light», recojo el instrumen- tal. Todo esto requiere tiempo pero más que nada saber organizarse y sobre todo priorizar. Si quedan tareas pendientes a realizar, lo mejor es apuntarlas en una agenda para el día siguiente. Es cierto que cuando llego a la clínica con unos objetivos planeados a desarro- llar y no consigo terminarlos me frustro, pero no podemos ir más deprisa con la mente que con las manos, así que sólo se puede priorizar qué actividad es más ur- gente o cuál es más importante a realizar en ese momento. Recepción La primera cara que ven, la primera atención que reciben los pacientes, es la mía. Es fundamental dar una bienvenida afable porque los pacientes acuden bus- cando alguien que les ayude a aliviar su sufrimiento, buscando una solución, una respuesta,unmantenimientodesusalud bucodental y estamos en la obligación de dárselo con la mayor calidad posible. En cuanto el paciente pasa por la puerta, tenemos que saber o por lo menos in- tuir de quién se trata (fulanito tiene que venir a las 18.00 h). Como sabemos qué paciente tiene que venir a una hora de- terminada, ya tenemos una herramienta con la que ganarnos al paciente: LLA- MARLEPORSUNOMBREyrecibirlocon una gran sonrisa. Pero cada persona es diferente y hay que tener un sexto sentido para saber a la persona que tratamos. Ténemos que OBSERVAR, y sobre todo ESCUCHAR, no oír, sino ESCUCHAR. Observar cómo se mueve, qué gestos hace, si está tranquilo en la sala de es- pera, si se levanta continuamente de la silla, si se pone a leer un libro, si mira el reloj, y escuchar todo lo que diga para saber qué clase de paciente tenemos y cómo tenemos que atenderlo. Antes de pasar al paciente con el doctor podemos darle información al odontólo- go para que sepa qué es lo que le va a comentar el paciente. Si el paciente toma cita para otro día, te- nemos la obligación de saber cómo se llama e intentar recordar las cosas que nos cuente para entablar una conver- sación o darle confianza en la clínica (no sólo se debe generar una confianza paciente-recepcionista, sino, paciente- clínica). Paraatenderbienalospacientes,comer- cialesuotrapersonas,necesitamossaber que el trabajo y el buen hacer forma par- te de nuestra vida diaria y que por ello tenemos que hacerlo bien. Nos tenemos que esforzar y ser competentes, conver- tirnos en los mejores, agradar a las per- sonas,dandounaatenciónexclusiva,tra- tar de que los pacientes formen parte de nosotros, porque sin ellos, no se podría llevar a cabo ningún proyecto. Dar un trato bueno —como el que qui- siéramos que nos dieran a nosotros— no cuesta mucho. El sentirse bien con nosotros mismos por saber que hemos hecho un buen trabajo nos motiva y nos da fuerzas para superarnos día a día; esto aumenta si viene acompañado del reco- nocimientoporpartedelaspersonasalas que estás atendiendo, compañeros, jefes. La llamada de teléfono «Consulta del Dr. X, le atiende Y, en qué puedo ayudarle». La sensación de agra- do y competitividad que tiene el paciente para con nuestra clínica cuando oye lo anterior es inmediata. Ambas palabras, ATENDER y AYUDAR, gustan a las personas que llaman a la clínica buscando a un profesional que le pueda solucionar o por lo menos mitigar su sufrimiento. Psicología odontológica14 Competencias del personal auxiliar L a autora describe las responsabilidades de un auxiliar de odontología destinadas al buen funcionamiento de la clíni- ca odontológica. Por Leticia Esquinas Lucendo* La silueta esbelta y armoniosa de su castillo-palacio domina Olite, pequeña ciudad situada en el centro geográfico de Navarra, a 42 kilómetros al sur de Pamplona. Foto:JavierMoreno

Seitenübersicht