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Dental Tribune Hispanic and Latin America Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America De acuerdo a las características clí- nicas particulares, se presentan di- ferentes tipos de bruxismo, asocián- dose principalmente con adultos. Aunque se presenta escasamente en niños, se debe diferenciar del des- gaste fisiológico en dicha población. El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes sin propósitos funcionales.  En nuestra sociedad moderna, debido al ritmo de vida que llevamos, el bruxismo es un problema que afecta cada vez a más personas, tanto a adultos como a niños, y a ambos sexos por igual, aunque la edad más frecuente de ini- cio es entre los 17 y los 20 años, la remisión espontánea se suele produ- cir después de los 40 años de edad, en los casos de bruxismo crónico. El bruxismo puede desaparecer solo en cualquier momento. Aparte del desgaste de las piezas dentales, el bruxismo puede pro- vocar dolor de cabeza y molestias a nivel de los músculos mandibulares, cuello y oído. Existen 2 tipos de bruxismo: céntrico (apretamiento) y excéntrico (rechi- namiento) y puede ser nocturno o diurno, aunque generalmente se da por las noches, durante el sueño. Por lo general, el paciente bruxista noc- turno no es consciente del problema, y suelen ser los compañeros de cama o habitación los que alertan al pa- ciente alarmados por el ruido de sus dientes, y los  odontólogos, que ob- servarán la  destrucción  del  esmal- te y la dentina. El bruxismo puede ser crónico, o puede cursar con periodos de exa- cerbación según las circunstancias del paciente (ejemplo, períodos de trabajo estresantes, o estudiantes en exámenes). El bruxismo es un movimiento pa- rafuncional, es decir, es un contacto dentario distinto de los de la mastica- ción y deglución. Según el grado de afectación, el bruxismo se divide en tres grados di- ferentes: Grado I (Hábito incipiente): la pre- sentación no es agresiva, su repro- ducción es por un corto periodo de tiempo y a veces de forma ocasional; aunque puede ser inconsciente para el paciente, es reversible ya que apa- rece y se desvanece por sí solo. Pue- de desaparecer cuando el sujeto lo hace consciente, puede estar condi- cionado a factores locales dentro de la boca, que al ser detectados y eli- minados con prontitud permiten la prevención y eliminación del mismo. La ansiedad puede estar ausente en el paciente. Grado II (Hábito establecido): la ansiedad ya se encuentra presente, la reproducción está condicionada a los factores facilitadores, la presen- tación es inconsciente y desaparece cuando el sujeto lo vuelve conscien- te; en esta etapa pueden encontrarse presente lesiones en las estructuras dentofaciales, por lo que se requiere de un tratamiento integral para ase- gurar su eliminación. El hábito gra- do II puede ser reversible, pero si no es tratado puede desarrollarse en un hábito Grado III. Grado III (Hábito poderoso): la presentación se encuentra fortale- cida y bien establecida, es excesiva e irresistible para el sujeto, que la padece aún siendo consciente. Las lesiones en las estructuras dentofa- ciales son de considerable magnitud y en algunos casos son permanentes. El hábito poderoso es de difícil ma- nejo y los resultados del tratamiento son insatisfactorios, por lo que se re- quiere de mayor atención y dedica- ción en el desarrollo de técnicas por parte del dentista. Los signos y síntomas más comunes que los pacientes perciben son los si- guientes: • Trastornos dentales: -Desgastes de las piezas den- tales -Fracturas dentales • Trastornos auditivos como infec- ciones del oído • Problemas de la articulación tem- poromandibular (ATM) • Ansiedad, estrés y tensión: -Se tienen dolores de cabeza recurrentes o continuos • Depresión • Dolor de oído (debido en parte a que las estructuras de la articulación temporomandibular están muy cer- ca del conducto auditivo externo y se puede percibir dolor en un lugar diferente de su fuente, lo cual se de- nomina dolor referido) • Trastornos alimentarios • Sensibilidad a alimentos calientes, fríos o dulces en los dientes • Insomnio: -El paciente duerme pero no descansa • Dolor o inflamación de la mandí- bula: -Se percibe la hipertrofia de los músculos maseteros • Apretamiento de la mandíbula du- rante el día y/o la noche • Rechinamiento de los dientes du- rante la noche • Fatiga muscular en el segmento hombros-cuello-cabeza • Dolor en el cuello, la cara y/o la parte superior de la espalda. Cuando el bruxismo no se trata ade- cuadamente, aparecen otros proble- mas asociados, además del desgaste de las piezas dentales. Por ejemplo, sensibilidad en los dientes al frío o al calor; tensión muscular en cuello y espalda; dolores de cabeza e insom- nio, entre otros síntomas. Es com- prensible que la persona que padece bruxismo termine generando cua- dros de irritación, ansiedad o incluso depresión. En algunas personas, sólo la relaja- ción, incluyendo biorretroalimenta- ción, autohipnosis y otras terapias al- ternativas, y la modificación de com- portamientos diurnos son suficientes para reducir el bruxismo nocturno. Se suele implementar la relajación de la musculatura corporal como al- ternativa viable para la reducción y eliminación de los estados de nervio- sismo, estrés y ansiedad. La etiología del bruxismo no está clara, existiendo diversas opiniones contrapuestas al respecto. Sin em- bargo, diferentes investigaciones han establecido una correlación en- tre estrés y bruxismo. Lo que sí sabe es que determinados factores han demostrado aumentar el riesgo de bruxismo nocturno: -Estrés o ansiedad psicológica. -Apnea del sueño. -Tabaquismo. -Cafeína. -Alcohol. -Abuso de drogas (cocaína, anfeta- minas, etc). -Desórdenes temporomandibulares (se cree que el bruxismo es uno de los factores de riesgo para los desór- denes temporomandibulares). -Edad. Es común en niños pero usualmente desaparece alrededor de los 10 años. En adultos, la condición es común antes de los 20 hasta me- diados los 40 años. Tiende a decrecer con la edad. -Factores genéticos/familiares. -Factores oclusales. -Factores del sueño. Por lo que respecta al tratamiento del bruxismo, veremos algunos de los modelos de intervención que se han puesto en práctica: 1. Modelos odontológicos 2. Modelos psicológicos (conductua- les) 1. El MODELO ODONTOLÓGICO o estructural, que atribuye al bruxis- mo una etiología orgánica, ha utili- zado tres tipos de tratamientos: 1.1 El ajuste oclusal, consistente en la restauración de la oclusión por medio de la equilibración de los dientes, a través del limado selecti- vo de los mismos, ante el cual se ha criticado que no existe evidencia de que el bruxismo sea causado por un desajuste oclusal. 1.2 La utilización de relajantes mus- culares, tales como el diazepam, en- tre otros. 1.3 La utilización de ajustes oclusa- les, como férulas y dispositivos inte- roclusales, construidos en material acrílico que previenen el contacto entre los dientes mandibulares y maxilares. El tratamiento está relacionado con el riesgo de lesión dentaria y su posi- ble afección muscular. Si las lesiones son mínimas, el odontólogo instará al paciente a buscar los factores que causen el problema, generalmente de tipo emocional, con el fin de in- tentar controlarlos. En casos más severos, será necesaria la colocación de una protección den- tal de resina, conocida como férula de descarga, para impedir la lesión permanente y afección de los dien- tes. El mecanismo de la férula de descar- ga consiste en llevar la mandíbula a una posición de relajación, de modo que el paciente no pueda apretar con fuerza. Esto, aparte de prevenir el avance de la destrucción dentaria, también elimina el dolor de man- díbula, de cabeza o de oídos que se produce como consecuencia de la sobrecarga muscular de los múscu- los masticadores. La férula trata el síntoma y no la cau- sa. Es el tratamiento por tradición y más comúnmente implementado por los odontólogos generales. El pacien- te la utiliza de día (diurno), de noche (nocturno) o todo el día en los casos de bruxismo intenso. Es importante señalar que las féru- las no eliminan el bruxismo: su fun- ción en el tratamiento es de evitar el contacto brusco entre las estructuras dentales, desprogramar la articu- lación temporomandibular para un ajuste de la oclusión, acompañado de una posterior programación pro- pioceptiva, reducir la afección de los músculos masticatorios (miorrela- jante) y otras querencias. Una vez diagnosticado el problema, el odontólogo mandará fabricar la Clínica24 Terapiasparael bruxismo El bruxismo es una actividad parafuncional que consiste en el apriete y rechinamiento dentario, es de etiología multifactorial y está aso- ciado principalmente con estrés y alteraciones del sueño. Por Arola Pérez Gallar*

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