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Dental Tribune Spanish Edition No. 2, 2017

14 Primera Plana problemas de estabilidad o reten- ción. En este caso tanto los implan- tes (de un mínimo de 2 hasta un 4) como los tejidos mucosos y duros del paciente contribuyen a alcanzar los requisitos anteriormente estable- cidos disminuyendo los costos con respecto a dispositivos basados en barras fresadas. Varias clases de implantes permiten fijar las sobredentaduras a las fixtu- re implantares; se trata de sistemas de anclaje resilientes que garanti- zan modestos movimientos vertica- les y rotatorios de la prótesis (Fig. 7). El sistema con barras utilizado en esta clase de prótesis utiliza la ar- quitectura de las barras redondas o de Dolder. Tanto las barras redon- das como los sistemas de anclaje no están conectados entre ellos y no Tabla 1. Clasificación de las rehabilitaciones implanto-protésicas según Carl. E. Misch; «Contemporary Implant Dentistry 3rd Edition” han evidenciado diferencias clíni- cas en la satisfacción del paciente y en los porcentajes de supervivencia de los implantes (12). De todos mo- dos es necesaria una manutención post-inserción que no es influyente si los implantes son o no conectados (13). sobre Al segundo grupo pertenecen las sobredentaduras implan- tes, normalmente ancladas sobre barras fresadas. Estas reciben las presiones funcionales sin que haya un contacto directo entre prótesis y tejidos osteo-mucosos. La prótesis es removible pero adaptada rigida- mente a la barra para limitar movi- mientos laterales y rotatorios. Ade- más la completa distribución de las cargas masticatorias solo sobre las fixture es útil para mantener nive- les óseos y de integración implantar (Fig. 8). Contrariamente a las mo- dalidades de tratamiento resilientes a soporte mucoso que utilizan ba- rras redondas, una sobredentadura anclada a una barra fresada sopor- tada por implantes evita el movi- miento rotatorio de la prótesis (14). Ulteriores diferencias entre las dos clases de overdenture están en las características de construcción y manutención del odontólogo; de he- cho las prótesis con barras fresadas necesitan una realización técnica más completa pero eliminan el pro- blema del reemplazo de los ataches resilientes. El uso de una prótesis implanto- soportada en la mandíbula se pue- de considerar una opción de trata- miento adecuada a los pacientes que solicitan ventajas clínicas pa- recidas a aquellas de una prótesis fija pero que piden también las ventajas de una prótesis removible (15). En cuanto a la mandíbula se puede concluir que la pérdida de hueso, la satisfacción del paciente, las com- plicaciones protésicas son indepen- dientes del número de implantes. De esto se deduce que no es posi- DENTAL TRIBUNE Spain ble establecer cuál es el número optimal de implantes para una so- bredentadura implanto-soportada (16). Además el uso de implantes en la mandíbula con una prótesis convencional utilizada para res- taurar el maxilar superior provee- rá probablemente condiciones que garantizan el máximo éxito. No simplemente los implantes en la mandíbula cuentan con un porcen- taje de éxito más alto que los en el maxilar superior, sino la contrapo- sición con una prótesis con soporte osteo-mucoso limitará la carga. En las rehabilitaciones de pacientes edentulos no contamos con pará- metros clínicos que nos pueden ayudar ni durante el tratamiento ni en prótesis fija (Fig. 9). Una vez identificada la posición espacial del grupo delantero y establecida tanto la estética como la fonética del paciente, la dimensión vertical juega un papel fundamental en la elección de la clase de rehabilita- ción. Unos autores han sintetizado las posibilidades terapéuticas y la clase de rehabilitación protésica optimal de acuerdo con la distancia entre el maxillar y el arco mandi- bular. La clasificación considera la dimensión vertical disponible para la rehabilitación como la distancia entre mucosa y margen incisal y oclusal de los dientes posicionados correctamente (espacio protèsico) (17). Estos parámetros que muchas veces no se tienen en cuenta duran- te la fase de diagnóstico son funda- mentales para determinar el éxito tanto estético como funcional de la rehabilitación elegida. Tenien- do a disposición un espacio proté- sico amplio (clase I espacio mayor o ugual a 15 mm) y eligiendo una rehabilitación protésica fija tradi- cional se corriría el riesgo de una estética desagradable como por ejemplo dientes largos sin soporte labial. En cambio, en caso de un espacio protésico reducido (clase 4 espacio protésico inferior a 7 mm) utilizar una prótesis híbrida o over- denture podría quitar espacio a los componentes alterando la correcta Tabla 2. Algoritmo de decisión en la definición del plan de curación mandi- bular. Tabla 3. Algoritmo de decisión en la definición del plan de curación maxilar.

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