DENTAL TRIBUNE Spain Noticias 19 Carta abierta del Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Dentistas de España a todos los Colegiados Por DT Spain El ejercicio de la Profesión odon- tológica, al igual que el de cual- quier otra profesión sanitaria, tiene un componente ético que es fundamental, además de un deber de obligado cumplimiento. Y es ese componente ético y la integri- dad profesional lo que justifican la confianza de la sociedad y de los pacientes en nuestro quehacer clínico diario. Respetar la autono- mía de nuestros pacientes, con una adecuada y veraz información que permita su propia toma de decisio- nes y evitando que pueda inducir- les a confusión con los consiguien- tes riesgos y daños innecesarios, es algo que no sólo nos exige la so- ciedad, sino que, sobre todo, nos lo debemos exigir en grado máximo nosotros mismos como profesiona- les de la Odontología por encima de cualquier circunstancia perso- nal. Desde hace algunos años, el cambio en el modelo asistencial odontológi- co, con la irrupción de determinadas clínicas dentales, en las que el afán de lucro de sus propietarios (gene- ralmente ajenos al sector sanitario) ha prevalecido sobre los valores éticos asistenciales y la salud de los pacientes, ha cambiado completa- mente nuestro modelo de ejercicio profesional, de forma que, en mu- chas ocasiones, no existe la autono- mía del dentista a la hora de realizar el diagnóstico, pronóstico y plan de tratamiento del paciente, con el con- siguiente riesgo para la su salud. Aprovechándose de la plétora pro- fesional actual, determinados profe- sionales que trabajan en este tipo de centros son contratados en condicio- nes precarias y obligados, en varias ocasiones, a realizar tratamientos innecesarios o de dudosa indicación (sobre-tratamientos) provocando, a veces, lesiones graves a los pacien- tes. Pero debemos tener claro que todas estas lamentables circunstancias, no nos eximen del cumplimiento de nuestros deberes profesionales y co- legiales. Hay múltiples artículos de nuestro código ético y deontológi- co y también de las normas legales que son infringidos por esta forma de ejercicio profesional. De hecho, cuando se produce una demanda judicial, estos centros rápidamente intentan derivar toda la responsabi- lidad a los profesionales que realiza- ron el tratamiento. Y muy frecuente- mente los jueces también lo consi- deran así. A éstos, como al resto de la sociedad, les es difícil admitir que profesionales sanitarios cuyo prin- cipal papel es cuidar de la salud de la población, antepongan, con plena consciencia de sus actos, los intere- ses económicos a los de la salud de sus pacientes.