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Dental Tribune Hispanic and Latin American Edition No. 1, 2018

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America Exitos & fracasos 3 A las universidades les quisiera expre- sar varios temas. Uno que es muy im- portante es que tomen la decisión de ha- cer una selección responsable y minu- ciosa de los estudiantes que van a cursar estudios sobre esta importante y valiosa profesión. Recuerdo que cuando decidí estudiar odontología tuve que presentar varios exámenes de ingreso, entrevis- tas y pruebas de habilidad manual; hoy, en cambio, en un gran número de es- cuelas de odontología el requisito para ingresar es verificar que los aspirantes tengan con qué pagar las matrículas: no analizan ni evalúan si tienen real aptitud para estudiar y formarse como odontólogos. Es importante comprender que los pa- cientes acuden a buscar nuestros ser- vicios con la expectativa y la confianza de que se entregan en las manos de un buen doctor. Especialmente porque la odontología es una de las profesiones donde tenemos al paciente acostado en la silla con la boca abierta, sin poder de- cir nada mientras le realizamos diferen- tes procedimientos. Sería realmente bueno que el estu- diante se comprometa a convertirse en un buen odontólogo, no por tener más fotos en redes sociales con personajes famosos, sino como esos profesionales que llenan sus expectativas por el co- nocimiento y la real entrega de lo que hacen. Esto es lo que verdaderamente debería hacer sonreír de dicha a nues- tros pacientes. En mis escritos y conferencias he rea- lizado denuncias de mal praxis. No he nombrado ni señalado a nadie, pero como dice el dicho: «Al que le caiga el guante que se lo acomode». La razón por la que menciono esto es porque me he encontrado con mensajes que dicen mucho de quienes los escriben, la vio- lencia de palabra. Es la reacción típica de quienes actúan mal y se defienden con improperios al no tener argumen- violencia. Siempre le facilito la explica- ción sobre estos desastres generados por la estética irracional a mis pacien- tes. Tengo muy claro que cuando este tipo de procedimientos irresponsables fracasan, los pacientes de estos «odon- tólogos» dejarán de ser sus amigos y se convertirán en sus enemigos porque les importará cinco lo que les suceda después de haber pagado altas sumas de dinero. Y, al final, los pacientes que fueron agredidos y engañados por esta irracional y lesiva práctica, se converti- rán en víctimas, se volverán un manojo quiere solucionar todo con “ La odontología mercantilista dental irracional ” resinas y una estética tos válidos para respaldar sus actos. Este es el actuar típico de los delincuentes, de los corruptos, y todo por los famosos y mal llamados Diseños de Sonrisas. de lágrimas porque tarde comprende- rán que ¡solo si vuelven a nacer tendrán sus dientes intactos otra vez! Es muy triste el panorama de la odon- tología actual, de los odontólogos, de las facultades, de los gremios y de la socie- dad, engañada por falsos estereotipos de belleza y estética. Triste resulta que hoy día se defienden los hechos y actos con No puedo aceptar el rumbo que ha to- mado esta hermosa y vilipendiada pro- fesión. Me siento a veces impotente al ver las atrocidades que muchos colegas publican en sus redes sociales. Más re- pudio siento aún al verlos posando con sus víctimas, anunciando el estado de catarsis y felicidad de esos pacientes que creen que recibieron la mejor aten- ción y los mejores tratamientos. La ver- dad es que, tarde o temprano, serán víc- timas del fracaso por cuenta de los Resi- noclastos y los Acrilocitos presentes en esos Desastres de Sonrisas construidos para corregir a la brava defectos de for- ma y malposiciones que bien pudieron ser corregidas con el verdadero Diseño de Sonrisas: ¡la Ortodoncia! Doy gracias a quienes han leído y es- cuchado mis fuertes críticas sobre este flagelo. Mis palabras han llegado a altos dignatarios de la odontología en dife- rentes estrados, universidades, gremios, corporaciones, instituciones y más im- portante aún, a los colegas que hacen de estos diseños de sonrisas su rutina permanente. Ya estamos cerca de de- clarar a esta infame práctica como la Pandemia del Siglo XXI en Odontología. Espero realmente que recapaciten y to- men el sendero correcto por el bien de los pacientes y de la odontología. Por último, quiero expresar este pensa- miento: si el odontólogo trabajara con ética y responsabilidad, pensando pri- mero en el bienestar de quienes en ellos confían, quedaría contento con el trabajo realizado y tranquilo por haber actuado con honestidad; de esta forma lograría que su paciente sonría feliz, con la segu- ridad de haber recibido tratamientos que perdurarán en el tiempo.

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