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Dental Tribune Hispanic & Latin American Edition No. 3, 2016

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America Arte & Cultura 29 Guerras, invasiones, levantamientos y cambios climáticos se han invoca- do como causas de las desaparicio- nes de distintos reinos mayas que de- jaron tras de sí imponentes palacios, templos, canchas de pelota, estelas, esculturas, libros astronómicos y mi- les de edificaciones adornadas con extraños jeroglíficos que la selva fue cubriendo poco a poco durante cien- tos de años. Primero desaparecieron las pode- rosas ciudades-estado de Palenque, Copán, Tikal y Calakmul, que fueron más grandes que cualquier metrópo- li europea de la misma época. Varios siglos después, tras emigrar a la península del Yucatán y reinar du- rante una época de gran esplendor, las dinastías mayas de los Itzaes, «los brujos del agua» de Chichén Itzá, que vinieron de Tikal; de los Tutul- Xiu, los fundadores de Uxmal, «que rebosan virtud», y de los Cocomes de Mayapán, «de linaje de paloma tor- caz», se desvanecieron también en las cenagosas arenas del tiempo. La mayor ciudad de la zona arqueo- lógica Puuc es Uxmal, que quiere decir «la tres veces construida», un gran complejo de edificios de gran- des dimensiones, donde sobresale la «Pirámide del Adivino». La cultura Puuc («sierra» en maya) tuvo su apogeo en la zona suroeste de Yucatán y noreste de Campeche, en el México actual. Caracterizada por un estilo arquitectónico propio con edificios de paredes lisas pero muy ornamentadas en la parte su- perior, sus principales vestigios son, además de Uxmal, las grandes me- trópolis de Kabáh, Nohpat, Sayil y Labná, ciudades-estado que estaban unidas por una gran calzada de pie- dras blancas llamada «sacbé», una especie de Camino Real maya. La «Pirámide del Adivino», de 35 me- tros de altura, consta de cinco estruc- turas cuya construcción data de dife- rentes períodos, así que «la tres veces construida» en realidad lo fue cinco. Llamada también la pirámide del enano, debe este nombre a una le- yenda que los habitantes de la zona le contaron al explorador norteame- ricano John Lloyd Stephens cuando visitó Uxmal en 1841 (poco antes, en otro viaje, Stephens había comprado la ciudad maya de Copán, en Hondu- ras, por 50 dólares). Según la leyenda, un enano que era hijo de una hechicera de Kabáh y había nacido de un huevo, apostó al gobernador de Uxmal que podía construir una pirámide en una sola noche. El enano, que tenía poderes mágicos, construyó la pirámide y fue proclamado gobernador. Reinó durante muchos años y llevo paz y prosperidad a la gran ciudad, pero después se volvió un tirano y man- dó hacer una estatua que quería que fuera más poderosa que las de los dioses. Indignados, los dioses cas- tigaron a Uxmal y permitieron que miles de guerreros enemigos entra- ran, la saquearan y borraran de la memoria. La zona Puuc es un área de peque- ñas colinas, sin ríos. Esta última característica es probablemente la razón de la proliferación en sus tem- plos de imágenes de Chaac, el Dios de la Lluvia maya, el cual se creía que habitaba en los cenotes, pozos de agua dulce considerados como una puerta de entrada al otro mun- do y lugar de comunicación con los dioses. Chaac era un divinidad muy importante, que estaba asociado con el origen del tiempo, ya que la lluvia permite la cosecha del maíz, el ali- mento primordial. La parte superior de la Pirámide del Advino está flanqueada por mascaro- nes de Chaac. Este dios, representa- do como un viejo con una gran nariz curva que lleva un hacha con la que golpea a la nubes para hacer llover, tiene cuatro versiones orientadas a los puntos cardinales, cada una de diferente color. En el Chilam Balam de Chumayel, uno de los libros sobre la historia y creencias de los mayas escritos du- rante la colonia, see lee que «los sa- cerdotes de Uxmal reverenciaban a Chaac, los sacerdotes del tiempo anti- guo. Y fue traído Hapai Can en su bar- co. Cuando éste llegó, se marcaron con sangre las paredes de Uxmal». Es posible que la cita anterior haga referencia a la invasión tolteca, alia- da con otra dinastía maya, que in- trodujo en la cultura a Kukulkán o Quetzacoátl (la serpiente empluma- da) y derribó a los mandatarios de Uxmal, Chichén Itzá y Mayapán. En las paredes de Uxmal aún que- dan marcas rojas de palmas de ma- Vista de la Pirámide del Adivino desde un arco falso maya. El croquis muestra cinco niveles de la Pirámide del Adivino construidos en diferentes épocas. La Pirámide del Adivino es un imponente templo coronado por una cresta desde donde se cree que se realizaban rituales.

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