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Dental Tribune Hispanic and Latin America Edition No. 10, 2015

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America La «pera salvaje» Cultivado en toda América antes de la llegada de los españoles, quienes lo describieron como una «pera salvaje», y conocido por los aztecas como «ahu- catatl», el aguacate es la base de salsas tan espectaculares como el guacamole. También conocido como palta en Chi- le y Perú, es una fruta que tiene 10.000 años y procede de México. La primera referencia aparece en jeroglíficos azte- cas, en un dibujo de su árbol que se- ñala al pueblo de Ahuacatlán como «el lugar donde abunda el aguacate». Los españoles le atribuyeron propieda- des afrodisíacas por su forma, y un mi- sionero llamado Serra aseguró haber visto árboles con frutas «como los pe- chos de un mujer doncella». En náhuatl sin embargo significa testículo, así que ambas culturas le atribuyen un marca- do simbolismo sexual, si bien difieren en el género. El aguacate contiene agua, proteínas, potasio, folato y es rico en vitaminas C y E y en fibra. Algunas personas no los comen porque creen que son altos en grasas, ya que es la única fruta que tie- ne aceite. Pero lo cierto es que el agua- cate mejora los niveles de colesterol porque es rico en grasa monoinsatura- da, la grasa buena para el organismo. Está considerado como un «supernu- triente» porque ayuda a la absorción de sustancias de otras plantas como el alfa y betacaroteno, licopeno y luteína, que se encuentran en frutas y verduras. Use aguacate en ensaladas de hojas verdes, úntelo en pan y añada pedazitos en la sopa. Se recomienda para quienes tienen riesgo de enfermedades cardiomuscu- lares y es bueno también para prevenir el cáncer de próstata gracias a los efec- tos de la luteína, un potente antioxidan- te. Pero, además de delicioso para el paladar, el aguacate es especialmente adecuado para la piel y dar brillo, sua- vizar y fortalecer el cabello. La «manzana del amor» ¿Qué sería de las ensaladas y salsas de las pastas sin esta fruta de la familia de las solanáceas a la que un francés lla- mó «la manzana del amor», atribuyén- dole propiedades afrodisíacas? El tomate es originario de la parte baja de los Andes, pero fue domesticado por los aztecas, que lo llamaron «tomatl» o fruta hinchada y lo usaban para prepa- rar exquisitas salsas. Las virtudes de esta fruta-hortaliza son portentosas, ya que sirve para hacer jugos, sopas, sal- sas, ensaladas, y se puede comer asado o relleno de carne o atún. Los españoles lo plantaron en las islas del Pacífico, lo que les salvó del escor- buto debido a su rico contenido en vi- tamina C. Y la facilidad con que crece esta planta y su resistencia han salvado del hambre a media Europa. Sin tomate, los italianos no tendrían pizzas ni salsas para acompañar gran parte de sus platos más tradicionales y los españoles no habrían inventado el gazpacho. El tomate contiene muchos nutrientes, pocas calorías (150 gramos aportan 33 calorías) y su alto contenido en vitami- nas es un gran aliado para los deportis- tas. Contiene vitaminas A, C y E, pota- sio, fibra, carotenoides y licopeno. Esta última sustancia es la que le da el color rojo y uno de los antioxidantes más estudiados porque protege del cáncer, especialmente de la próstata, pero tam- bién del seno y los pulmones. Además, ayuda a disminuir el colesterol y pre- viene enfermedades crónicas reforzan- do las defensas del cuerpo. El tomate cocinado tiene más licopeo que el crudo y para absorberlo mejor se recomienda agregar aceite de oliva. La hierba picante Los chiles, ajíes o pimientos son un ingrediente esencial de la cocina, es- pecialmente de la mexicana, y de ellos existen entre 2.000 y 3.000 variedades, más o menos picantes, desde jalapeños y serranos a habaneros, o ajíes como el rocoto peruano. Se cree que provienen de los Andes, desde donde se extendie- ron a México, y en náhuatl se llaman «tzilli». Los mayas tenían una deidad cósmica en su honor llamada Zak-Tzys o «hierba picante». Las culturas prehispánicas creían que los chiles tenían propiedades medici- nales y nutritivas, algo que las investi- gaciones modernas han confirmado. A Arte & Cultura 29 El país de las maravillas (2) L asegundapartedeesteartículodescribelahistoriaylaspropieda- des nutritivas de alimentos como el aguacate, el tomate, el chile o ají, y el maní, que nuestro continente ha brindado al mundo. Por Javier de Pisón Manjares nutritivos originarios de Latinoamérica Detalle del mural de Diego Rivera «La gran Tenochtitlan» en el Palacio Nacional de México.

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