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Dental Tribune Hispanic and Latin America Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin AmericaClínica20 Sin embargo, hay una tendencia tanto clínica como comercial por procedi- mientos que requieran menos tiempo de sillón. Los fabricantes de lámparas de fotopolimerización dental sugieren tiempos de fotopolimerización que no toman en consideración caracterís- ticas muy importantes de las resinas compuestas, como qué tipo de fotoini- ciadores contiene4 el material y tam- bién la opacidad y el color de la resina compuesta. Esos factores deben con- templarse, ya que la transmisión y la absorción de la luz varían entre las diferentes resinas compuestas fotopo- limerizables. Con respecto a las lámparas de foto- polimerización, un elemento impor- tante que debe tomarse en conside- ración es la densidad de potencia. Llamada también irradiancia o inten- sidad de la luz, la densidad de poten- cia se expresa normalmente en mW/ cm2 . El Concepto de Energía Total6,7 atestigua que el proceso de fotopo- limerización depende de la energía absorbida por la resina y puede ser resumida por el producto de la in- tensidad de la luz multiplicada por el tiempo de exposición. Por ejemplo, 20 segundos bajo una intensidad de luz de 800 mW/cm 2 = 20 segundos x 800 mW/ cm 2 = 16,000 mWs/cm 2 , o 16 J/ cm 2 . La literatura científica disiente sobre la cantidad de energía necesaria para una polimerización adecuada de las resinas compuestas. Algunos estudios5 declaran que la dosis mínima reque- rida para proporcionar buenas propie- dades mecánicas debe ser de al menos 24 J/ cm 2 ́. Sin embargo, este no es un valor absoluto y varía de resina a re- sina,8 dependiendo principalmente del tipo, color, translucidez, y qué fo- toiniciadores están presentes. Hoy en día se acepta que un valor de 16 J/cm 2 (o 16,000 mWs/cm 2 según la regla des- crita más arriba) es la dosis necesaria para polimerizar totalmente un incre- mento de composite de 2mm9,10 , aún cuando ese valor pueda ser menor en algunos casos. Además del monto total de energía, la forma en la cual la luz es generada y emitida puede variar mucho, depen- diendo del tipo de lámpara de foto- polimerización y de su construcción. Así, conocer la colimación de la luz del aparato es primordial para asegurar que incluso las capas más profundas de composite estén adecuadamente fotopolimerizadas, ya que la densidad de potencia emitida en la punta pue- de ser muy diferente de la cantidad de energía que llega realmente a las cavi- dades más profundas. Conocer la dife- rencia que existe entre los dos valores de energía es especialmente crítico cuando la distancia desde la punta de la lámpara a la restauración aumenta, como es el caso en la mayoría de las restauraciones Clase II5 . Finalmente, todavía hay muchos mal- entendidos y también frustraciones con respecto a la compatibilidad real entre los aparatos de fotopolimeriza- ción y los materiales restauradores fotopolimerizables, y por eso es esen- cial conocer la longitud de onda de la luz emitida. Comprendiendo nuestros aparatos de fotopolimerización Las primeras unidades de fotopoli- merización fueron desarrolladas en los años 1970 y emitían energía (alre- dedor de 365nm) ultravioleta (UV)11 . Estos aparatos fueron abandonados rápidamente debido a la pobre pene- tración de este tipo de energía en las resinas, a preocupaciones relaciona- das con la seguridad del paciente y del operador y los efectos dañinos de la radiación UV en los tejidos orales. Las lámparas tungsteno-halógenas de cuarzo (QTH, en inglés) comenzaron a ser utilizadas en odontología con el advenimiento del sistema fotoinicia- dor de canforoquinona. Este tipo de materiales absorbe la luz visible en el rango de 468 nm.12 Las lámparas QTH tienen un filtro especial de cristal para absorber el calor y también un filtro de luz que permite el pasaje de un amplio espectro de luz azul entre 400 y 550 nm13 , más que suficiente para activar la canforoquinona. Las lámparas QTH se convirtieron en la principal fuente de fotopolimeriza- ción a finales de los años 80 y durante los 90; sin embargo, la densidad de po- tencia de este tipo de aparatos perma- neció en un promedio de alrededor de 400 y 500 mW/cm 2 . Para incrementar la cantidad de po- tencia de las lámparas QTH, se inventó la punta turbo. Esta punta se compone de un haz de fibras ópticas que son es- tiradas durante la fabricación, mien- tras aún están calientes, en forma tal que el haz de fibras tenga un diáme- tro menor en la punta. Así, la potencia emitida es la misma en ambos extre- mos, pero como está distribuida en un área menor en el extremo emisor, la irradiancia puede incrementarse a veces en hasta 1,6 veces2 .El problema con este tipo de punta emisora es que debido a su pobre colimación, hay una pérdida significativa de potencia a me- dida que aumenta la distancia desde la punta, aunque hay más potencia en regiones cercanas a la misma. La Fi- gura 1 representa la punta turbo de la lámpara de fotopolimerización Demi (Kerr Corp., Washington, DC, EE UU). Un estudio previo que utilizaba una lámpara de fotopolimerización de luz LED azul examinó el efecto de utili- zar una guía de luz turbo o una guía estándar en el alcance de polimeri- zación de dos resinas compuestas. El estudio comparó medidas de micro- dureza efectuadas en incrementos de 1mm desde el centro del espécimen y continuando 4mm a lo largo de sus ejes este-oeste y norte-sur24 . Se con- cluyó que los patrones de dureza su- perficial estaban correlacionados con los perfiles de irradiancia del haz de luz: los valores de dureza eran mayo- res bajo el centro de la punta de luz turbo, donde los valores de irradiancia eran mayores, mientras que los valo- res decrecían hacia los márgenes de los especímenes. Durante finales de los 90, el aclara- miento dental se convirtió en un trata- miento exitoso y los pacientes comen- zaron a solicitar este tipo de procedi- miento estético. Así fueron necesarios nuevos tonos de resina compuesta, que pudieran mimetizarse con los co- lores más claros y altamente lumino- sos de los dientes aclarados. Utilizar sólo canforoquinona como iniciador ya no era una opción, porque su bri- llante tonalidad amarilla tenía una in- fluencia significativa en el color final de la resina compuesta2 . La industria dental comenzó a buscar nuevos fotoiniciadores y se comenza- ron a utilizar materiales con un pico de absorción de luz diferente —inferior al de la canforoquinona—, en el rango de Figura 6a, 6b. Punta Turbo de Demi: extremo emisor (6a) y lado reverso (6b), respectivamente.

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