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Dental Tribune Hispanic and Latin America Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America Implantología 11 tenían más de 60 años. Se prevé que el grupo de personas mayores de 65 años se incremente en un 12% hasta representar más del 20% de la pobla- ción en los próximos 25 años. Adicio- nalmente, no sólo está aumentando el porcentaje de población mayor de 65 años, sino que la población total también está en aumento. La pobla- ción en EEUU en el año 2000 era de 282 millones y se prevé que para el año 2050 crezca un 49%, a 420 millo- nes. Considerando el efecto tanto del aumento total de la población como que un mayor porcentaje de dicha población tenga más de 65 años, se puede prever un incremento espec- tacular del número de pacientes. En 2003, 35 millones de personas tenía más de 65 años. Se prevé que esta ci- fra se incremente en un 87% para el año 2025 para alcanzar los 70 millo- nes de personas mayores de 65 años. Puesto que la pérdida de dientes es más probable en la población mayor, la necesidad de odontología implan- tológica aumentará dramáticamente en las próximas décadas. La esperanza de vida ha aumenta- do significativamente más allá de la edad de la jubilación. En 1965, la duración media de la vida era de 65 años; en 1990 era de 78 años. La esperanza de vida en 2001 era de 85 años para una persona no fumadora de peso normal. Actualmente, una persona de 65 años puede esperar vivir 20 años más, y una persona de 80 años puede hacerlo 9,5 años más. Las mujeres representan dos tercios de la población mayor de 65 años. No es raro que un paciente de 70 años pregunte, ¿merece la pena a mi edad gastar 30.000 dólares en reha- bilitarme la boca? La respuesta debe ser positiva, ya que la esperanza de vida del paciente se prolongará dos décadas más y su estado oral actual empeorará si no se le trata. En este aspecto, es importante concientizar al paciente de la diferencia que sig- nifica vivir esos años restantes en condiciones más cómodas y con un sistema estomatognático totalmente funcional. Los placeres sociales, como las citas o salir a cenar, ahora perduran hasta una edad avanzada. En el pasado, la odontología geriátrica consistía en tratamientos poco caros, general- mente dentaduras totales o removi- bles, poniendo énfasis en enfoques no quirúrgicos. El porcentaje de pobreza en las personas mayores en USA alcanza en cualquier caso a sólo el 10% y los ingresos medios en los jubilados han aumentado un 8% en años recientes. Según el último cen- so, la ganancia media neta de los ju- bilados es 15 veces mayor que en los más jóvenes de 35 años, y tres veces mayor que en las «familias trabaja- doras» de entre 35 y 44 años. Cerca del 20% de los jubilados actualmente tienen ganancias netas de más de un cuarto de millón de dólares. Hoy día, debido al aumento de la edad de la población, el potencial total de servi- cios dentales para las personas ma- yores se está incrementando en im- portancia tanto para el público como para la profesión. Las alternativas de tratamiento que emplean las prótesis fijas con un soporte implantológico deben plantearse a la mayoría de los pacientes. Los deseos de una perso- na en relación con los beneficios de la odontología implantológica sólo se pueden apreciar realmente cuando se han analizado todas las opciones de tratamiento. Los servicios dentales para las per- sonas de la tercera edad representan claramente una demanda crecien- te de la profesión dental. En el año 2000, el 28,8% de los ingresos totales de un odontólogo provenían de pa- cientes de 60 años o más, un grupo que sólo representaba el 12% de los ingresos en 1998. Cuando el odon- tólogo tiene más de 40 años, estos pacientes mayores representan el 64,3% de sus ingresos, mientras que en 1998 representaban sólo el 30%. Claramente la demografía de la po- blación norteamericana ha cambia- do radicalmente la economía de la práctica dental. La incorporación de las técnicas implantológicas ha cam- biado radicalmente también la eco- nomía y las políticas de producción de la industria dental. Pérdida de dientes relacionada con la edad Edentulismo de un solo diente Las regiones posteriores de la boca suelen requerir la sustitución de un solo diente. Los primeros molares son el primer diente permanente en erupcionar en la boca y, desafortu- nadamente, suelen ser la primera pieza que se pierde por caries denta- ria, fracaso de la terapia endodóntica o fractura (normalmente posterior a una endodoncia). Son dientes im- portantes para el mantenimiento de la forma de la arcada dental y de un sistema de oclusión saludable. Ade- más, el paciente adulto suele llevar una o más coronas como consecuen- cia de restauraciones importantes previas requeridas para reparar la integridad del diente. Los datos so- bre la longevidad de las coronas han aportado resultados muy variados. Se ha observado que la vida media en el momento de la fractura es de 10,3 años. Otros datos revelan un rango de entre un 3% de fracaso a los 23 años hasta un fracaso del 20% a los 3 años. La causa primaria del fracaso de una corona es una caries seguida de una terapia endodóntica. El diente corre el riesgo de tener que ser extraído como resultado de estas complicaciones, que son las causas principales de la pérdida individual de un diente posterior en el adulto. Se ha evaluado que una corona de $1000 dólares en un paciente de 22 años supondrá un costo a lo largo de la vida del paciente de $12.000 dóla- res en repararla/reemplazarla. Prótesis parciales fijas La elección más común para reem- plazar sólo un diente posterior es la prótesis parcial fija (PPF) de tres unidades. Este tipo de restauración puede ser fabricado en una o dos se- manas y satisface el criterio de con- torno normal, comodidad, función, estética, fonetica y salud. Gracias a estos beneficios, la PPF ha sido el tratamiento de elección durante las últimas seis décadas. Son pocas las consideraciones acerca del hueso y los tejidos blandos en el lugar del diente perdido. Todo odontólogo está familiarizado con este procedimien- to y es ampliamente aceptado por la profesión, los pacientes y las compa- ñías aseguradoras. En Estados Unidos, a un 70% de la población le falta al menos un dien- te. Casi el 30% de las personas de en- tre 50 y 59 años examinadas en una encuesta nacional presentaba uno o varios bordes edéntulos acompaña- dos por dientes naturales. En 1990, se colocaron más de 4 millones de PPF en Estados Unidos. Los trata- mientos para reemplazar un único diente mediante una prótesis fija representan el 7% del desembolso anual dental de las compañías ase- guradoras y más de 3.000 millones de dólares anuales. Sólo un tercio de la población de EE UU dispone de una póliza de seguro dental, y de los tratamientos que la incluyen, a sólo el 50% les cubre el costo de los tra- tamientos. De ahí que el costo global de las PPF de tres a cuatro unidades se acerque cada año a más de 10.000 millones de dólares en EE UU. Las PPF de tres unidades presentan también limitaciones de superviven- cia a una restauración, y de manera más importante, al pilar dental. En una evaluación de 42 casos desde 1970, Creugers y Cols, calcularon una supervivencia media del 74% de las PPF en un período de 15 años. Walton y Cols, y Schwartz y Cols, res- pectivamente, observaron una dura-

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