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Dental Tribune Hispanic & Latin America Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America Arte & Cultura 29 El parque, que continúa expandiéndose desde hace más de 30 años y tiene una extensión de 20.000 metros cuadrados, es una suerte de bosque encantado que incluye una asombrosa cantidad de edi- ficios, pabellones, arcos, fuentes, escul- turas y criaturas fantásticas de diferentes formas, colores y estilos. Dividido en tres partes diferentes —El Jardín del Bosque, ElJardíndelAmoryElJardíndelAgua— , el lugar evoca un estado de ensueño en el que la fantasía y la realidad coexisten sin fricción. El Bruno Weber Skulpturenpark es un paisaje onírico que inevitablemente re- mite a universos fantásticos como el de Alicia en el país de las maravillas o El mago de Oz, pero que tiene un carácter y unestilopropios.Elvisitanteentraporun imponente arco de granito llamado “La puerta del día y de la noche”, una estruc- tura que recuerda al templo de Angkor en Camboya y se adentra por caminos flanqueados por dobles hileras de farolas en forma de jirafas, caballos o ciervos. Una verdadera multitud de esculturas de seres reales e imaginarios repartidas a lo largo del bosque asalta los sentidos del espectador, despertando una sensación primordial,esemundomágicoquetodos tenemos a nivel subconsciente. Las estructuras principales son una gran torre de estilo gótico, una serie de ca- sas para invitados en forma de cabezas humanas, dos tiendas piramidales de aspecto africano, y el Pabellón del Toro, que evoca una pintura de Picasso. Las esculturas de gran escala incluyen una gigantesca pieza de dos perros alados peleando de 105 metros de longitud y 35 toneladas de peso; la Columna de la Lechuza, la cual pesa 180 toneladas y tiene 18 metros de altura, y un gato de piedra con cuerpo de elefante de cinco metros de altura que es una de las obras más antiguas. Entre las numerosas es- tructuras de gran escala hay también dos puentes con forma de serpiente de 28 metros de longitud cada uno. El contraste entre las piezas del parque confiere al lugar una extraña armonía. De hecho, uno de los mayores logros de las creaciones de Weber es la cohesivi- dad con la que mezcla estilos y formas diferentes, desde fachadas góticas con interiores arabescos a esculturas de in- fluencia asiática. Además, ha tenido la Por Javier de Pisón E l arquitecto alemán Josef Wiedemann describió así la obra de Antoni Gaudí, que bien podría aplicarse a la de Bruno Weber, cuyo Skulpturenpark es un digno ri- val del Parque Güell. Diseñado y construído por Weber a las afueras de Zürich (Suiza), el parque es una obra en constante evolución, que crece y cambia continuamente. Es, además, la obra de un artista contemporáneo que, no sólo ha intentado escapar con su imaginación a los límites de la realidad, sino que lo ha conseguido mediante la construcción de un espacio al que le ha dedicado toda su vida. Un santuario para la imaginación El alucinante parque de Bruno Weber "Sus edificios son oasis reparadores en el desierto de la arquitectura funcional, pie- dras preciosas en la monotonía gris de las calles, creaciones de ritmo melódico entre la masa muerta que las rodea". —Josef Wiedemann DOLPHIN FIREPLACE. La chimenea en forma de madíbula de delfín en la casa de Bruno Weber. Fotos:©MeganRush

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