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Dental Tribune Hispanic and Latin American Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America30 Arte & Cultura Los indios Timucua llamaban a Silver Springs “agua que brilla al sol” por- que cuando el astro se refleja sobre sus aguas, adquieren colores aluci- nantes que cambian continuamente como la aurora borealis, según un testigo del siglo XIX. La transparencia de las aguas es tal que, la línea divisoria entre el aire y el agua es imperceptible, según expresó el general George McCall, que pensó que en vez de navegar flotaba en el aire. “¿No estaban la canoa y su con- tenido suspendidos en el aire, como el ataúd de Mahoma? Parecíamos es- tar inmersos en un gran ámbito mági- co”, escribió el militar. En la década de 1920, un visionario instaló en Silver Springs botes con fondo de cristal, lo cual permitió que los turistas pasearan por la laguna y vieran asombrados toda la flora y fau- na submarina del lugar. A los botes de fondo transparente pronto se le sumaron “Cruceros por la selva” —recorridos en barco por las zonas aledañas donde se filmaron cinco películas de Tarzán—, el “Ins- tituto de los reptiles” de Ross Allen —que poseía una gran colección de serpientes, presentaba luchas de hombres contra cocodrilos y donde se prepararon algunos de los prime- ros sueros antiveneno—, además de cientos monos importados que se sol- taron por la zona y que actualmente son endémicos. Así, el Parque de Silver Springs se convirtió en poco tiempo en el mayor atractivo de la Florida. En 1950, 800.000 personas visitaron el parque, que el fo- tógrafo Bruce Mozert describió como “la capital submarina del mundo”. Un fotógrafo imprescindible En 1938, el fotógrafo neoyorquino Bruce Mozert estaba en San Agustín de camino a Miami, donde iba a ha- cer una sesión de fotos comerciales para una marca de zapatos, cuando se enteró de que Johnny Weissmuller estaba filmando una película de Tar- zán en Silver Springs. En esa época, Mozert trabajaba para revistas neo- yorquinas como “Look” y “Pic”. “Bruce vino para hacer fotografía submarina, pero no lo consiguió por- que sólo había espacio para una per- sona en la campana sumergida que usaba la gente de Hollywood”, expli- ca Evelyn Yorlano, secretaria del fotó- grafo desde hace 35 años. Eso no detuvo a Mozert, que se ins- taló en Silver Springs y poco tiempo después se convirtió en el fotógrafo oficial de Silver Springs State Park, para el que desarrolló todas las imá- genes promocionales de este parque que, desde 1972, es un lugar histórico de interés nacional. Las imágenes que ilustran estas pági- nas son la mejor prueba del genio de Mozert, que se dedicó a retratar esce- nas de la vida cotidiana bajo el agua: una chica que prueba su puntería con arco, otra que lee el periódico o la de Betty Frazee, una de sus famosas “si- renas”, cocinando. Para ello, Mozert creó sus propias cá- maras, de cine y de fotografía, con las cuales captó también imágenes clá- sicas para películas como “El mons- truo de la laguna negra”, en la que su amigo Ricou Browning hacía de monstruo o “La amada de Júpiter”, protagonizada por Esther Williams. Además, Mozert “tomaba fotos de los turistas antes de subirse a los botes con fondo de cristal, que vendía des- pués del tour por un dólar cada una”, comenta Yorlano. En la época dora- da de Silver Springs, “vendía 50.000 imágenes al año”, además de trabajar para compañías como Mercury, fabri- cante de motores para lanchas fuera borda. Mozert, que tiene actualmente 96 años, cuenta que construyó catorce cámaras submarinas, las cuales me- tía dentro de cajas de plexiglass que calentaba hasta darle forma que ne- cesitaba. “Me divertí mucho tomando fotos submarinas en Silver Springs”, ex- plica el veterano fotógrafo. “He sido muy afortunado: tenía la imagina- ción, el conocimiento artístico y la ca- pacidad mecánica para construir mis cámaras, porque todos en mi familia eran inventores”. “Hacíamos sesiones fotográficas o de cine todos los días, una vez in- cluso el Día del Trabajo”, continúa. Varios de los cortometrajes suba- cuáticos Bruce Mozert, a la venta en CD por $12.95, muestran ese lado cómico e irónico que es un distintivo de su obra: boxeo y lucha libre bajo el agua o la actuación de todo un circo, incluido un ciclista, con sonido y música, grabado en otro manantial llamado Rainbow Springs. Actualmente, Mozert se dedica a ha- cer fotografía aérea para empresas de bienes raíces y, hasta hace poco, in- cluso pilotaba su propio avión, uno de los siete que ha tenido. Antes de eso realizó múltiples asignaciones para diferentes divisiones del gobierno, proyectos ecológicos como la presa Rodman, que controla las aguas que fluyen al río Ocklawahaw. “Lo naturaleza ha tardado miles de años en desarrollarse”, explica Mo- zert ,”y cuando viene el hombre y la En 1938 Mozert viajó a Silver Springs para fotografíar a Johnny Weissmu- ller, que estaba allí filmando una pe- lícula de Tarzán. Esther Williams, la extraordinaria nadadora y estrella de Hollywood, en una imagen de Mozert de 1954. «La sirena de Hollywood» fue a Silver Springs para filmar la película «La amada de Júpiter» («Jupiter’s Darling»). Una de las películas icónicas de ciencia-ficción, «El monstruo de la laguna negra», en la que Ricou Browning, nadador y cineasta amigo de Mozert, interpretaba el papel del monstruo. Browning dirigiría posteriormente la película «Fli- pper», otro emblema de la Florida. Foto:©BruceMozer