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Dental Tribune Hispanic and Latin American Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin AmericaImplantología22 Figura 8. Colocación de los implantes a los 8 meses. Figura 7. Cortes de TAC realizada a los 8 meses de la cirugía de injerto en bloque en 45 y 46, respecti- vamente. Figura 5. Fijación del injerto con microtornillos de osteosíntesis Figura 6. Se rellenan los huecos entre el injerto y la zona receptora con hueso particulado y se cubre con una membrana reabsorbible. Figura 4. Estimulación del lecho receptor. Consulte las referencias en do el "gold standard" para el au- mento de cresta alveolar6,18 , pero presentan morbilidad de la zona donante19 y una reabsorción de hasta un 60% del injerto durante la cicatrización8. Estas desventa- jas se evitan con sustitutos óseos como los xenoinjertos, que son biocompatibles y osteoconducti- vos, con potencial para reabsor- berse y ser reemplazados por hue- so del huésped20 . Por otro lado, los injertos heterólogos presentan una regeneración ósea más lenta en la fase de cicatrización tempra- na en comparación con los autoin- jertos, siendo los tiempos de espe- ra para la colocación de implantes algo mayores3,20 . Revisando la literatura se obser- va una diversidad de opiniones en lo que se refiere a la elección de la técnica más predecible en el aumento de la cresta mandi- bular atrófica y al material de in- jerto que se debe utilizar en cada situación clínica4,8 . Pero donde sí existe unanimidad es en que se debe dar prioridad a los proce- dimientos que son más simples y menos invasivos, que implican un menor riesgo de complicaciones y de morbilidad para el paciente8 . Con este fin, algunos sustitutos óseos pueden ser una alternati- va preferible al empleo de hueso autólogo4 , aunque son necesarios nuevos ensayos clínicos controla- dos que evalúen la eficacia de los xenoinjertos. Caso clínico Se presenta el caso de una mujer de 31 años de edad, exfumadora de 10 cigarros al día y sin antece- dentes médicos relevantes. En la exploración se observó la ausen- cia de los dientes 45 y 46. Se rea- lizaron las pruebas diagnósticas complementarias, valorando en la tomografía axial computariza- da (TAC) una anchura de 3,5 mm a 2 mm de la cresta ósea (Figura 1), lo que resulta insuficiente para la colocación de implantes denta- les. Se planificó una regeneración ósea con injerto en bloque hete- rólogo denominado Sp-Block® (Osteógenos S.R.L). Este injerto está formado por hueso esponjoso equino con colágeno que favorece el coágulo sanguíneo y la invasión de células reparadoras y regenera- doras, permitiendo una "restitutio ad integrum" en el defecto óseo. Se recomienda la reentrada para la colocación de los implantes a los 8 meses. Para el relleno de los espacios que quedan al colocar el injerto en bloque se utilizó hueso particulado Apatos® (Osteógenos S.R.L), formado por una mezcla de hueso porcino cortical y esponjo- so. Se cubrió el injerto en bloque con una membrana reabsorbible, eligiendo una membrana de co- lágeno procedente de tejido me- senquimal pericárdico de origen equino llamada Evolution® (Os- teógenos S.R.L). A continuación se describe la técnica quirúrgica realizada paso a paso: 1. Se inyectó articaína al 4% me- diante la técnica anestésica in- filtrativa a fondo de vestíbulo y por lingual. 2. Se realizó una incisión ligera- mente paracrestal por lingual que permitiera conservar la máxima cantidad de encía que- ratinizada hacía vestibular, e intrasulcular alrededor de los dientes 43, 44 y 47 (Figura 2). En este caso, se decidió no rea- lizar descargas verticales a me- sial y distal. 3. El despegamiento mucoperiós- tico se hizo a espesor total, so- brepasando la línea mucogin- gival para permitir el posterior cierre de la herida, facilitado con incisiones liberadoras en el periostio. 4. El Sp-Block debe ser hidratado antes de su utilización durante 10 minutos en suero fisiológico estéril templado. Después se procedió a la conformación del injerto para adaptarlo correcta- mente a la superficie de la zona donante (Figura 3). 5. Se realizó la estimulación del lecho receptor mediante su de- corticalización, con una fresa redonda de tungsteno de pieza de mano (Figura 4). Esto pro- porciona una buena irrigación y atrae las células del coágulo que liberan interleuquinas y factores de crecimiento, origi- nando la migración de linfoci- tos, macrófagos, precursores de osteoclastos y CMM, y aceleran- do de 2 a 10 veces el proceso de regeneración ósea. 6. El injerto fue fijado con micro- tornillos de osteosíntesis, para lograr su estabilización e in- movilización (Figura 5). Se re- comienda la utilización de un mínimo de dos fijaciones para evitar la rotación del bloque. 7. Se rellenaron los espacios en- tre el injerto y la zona receptora con hueso particulado y se cu- brió con una membrana reab- sorbible (Figura 6). 8. Se dieron varios puntos simples con sutura de seda trenzada, permitiendo el cierre primario de la herida sin tensión. La Figura 7 corresponde a la TAC realizada a los 8 meses de la ci- rugía, donde se observa que la ganancia ósea horizontal fue de 3 mm, permitiendo la posterior co- locación de implantes de 4 mm de diámetro (Figura 8). Conclusiones El injerto en bloque equino puede ser considerado como un biomate- rial alternativo al hueso autólogo en la regeneración ósea horizon- tal de mandíbula atrófica, al ser predecible y reducir la morbilidad del paciente. Son necesarios nue- vos estudios que respalden el em- pleo de injertos de bloque equino frente al injerto autólogo.