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Dental Tribune Hispanic and Latin American Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America guíneos y células osteoprogenito- ras de la zona receptora, que van lentamente reabsorbiendo el bio- material del injerto y depositando hueso nuevo. La osteoinducción incorpora el principio de recluta- miento de las CMM perivasculares de la zona receptora e inducen su transformación en células involu- cradas en el proceso osteogénico. Esta propiedad la aportan diversos factores de crecimiento como la superfamilia del factor de creci- miento transformante beta (TGF- ß), en particular las proteínas mor- fogenéticas óseas (BMP), que sólo se encuentran en el hueso autólo- go y en muy baja concentración en el aloinjerto. Las técnicas de rege- neración ósea se rigen por uno o varios de estos principios para op- timizar los resultados clínicos de aumento óseo7 . En la actualidad, las técnicas qui- rúrgicas disponibles para lograr el aumento óseo horizontal o vertical incluyen la osteogénesis por dis- tracción, la expansión ósea o "split crest technique", la regeneración ósea guiada (ROG) y los injertos óseos en bloque6,8 . Se ha demostra- do en muchos estudios que la tasa de supervivencia de los implantes colocados en zonas tratadas con alguna de estas técnicas es com- parable con las obtenidas en hueso nativo2,4 . La distracción osteogénica Es una técnica que implica el des- plazamiento gradual y controlado de dos fragmentos óseos fractura- dos quirúrgicamente, y mediante los mecanismos naturales de cu- ración, se genera hueso nuevo en el defecto vacío. La distracción del segmento óseo se puede lograr en una posición vertical y/o una di- rección horizontal. Los principios básicos que intervienen en la os- teogénesis por distracción inclu- yen un período de latencia de 7 días para la curación inicial del tejido blando, una fase de distrac- ción a una velocidad de 0,5-1 mm por día, y una fase de consolida- ción que permite la regeneración ósea en el espacio creado. Entre cuatro y ocho semanas después del último día de la distracción activa, la mineralización de la zona de distracción ha progresado lo sufi- ciente para permitir la colocación de implantes y, a los tres meses, es posible realizar la carga protésica9 . Esta técnica está indicada en re- bordes desdentados de 3 o más dientes, en defectos con un míni- mo de 6 a 7 mm de altura, ósea por encima de las estructuras vitales (haces neurovasculares o cavida- des sinusales), y cuando el seg- mento que va a ser distraído mide al menos 3 mm de altura. La dis- tracción comparte todas las venta- jas del injerto de hueso autólogo, pero elimina la morbilidad del sitio donante, presenta hueso vital en el área de distracción, no tiene límite para el alargamiento y se produce ganancia de los tejidos blandos. Sin embargo, es un procedimiento muy sensible a la técnica, que pue- de presentar complicaciones como la distracción incompleta, la frac- tura de la mandíbula, infección y necrosis del fragmento superior10 . Los resultados radiográficos e histomorfológicos de la osteogéne- sis por distracción, así como la tasa de éxito de los implantes colocados tras esta técnica, son comparables a otros métodos de injerto, a corto plazo y al cabo de 5 años1,6,10 . La técnica de "split crest" Descrita inicialmente en implanto- logía en 1986, se trata de un proce- dimiento de aumento de la anchu- ra crestal mediante corticotomía o separación longitudinal de las corticales, creando una fractura en tallo verde, y su posterior ex- pansión con cincel y martillo o con osteotomos de diámetro crecien- te. Por lo general, se lleva a cabo simultáneamente con la coloca- ción del implante, lo que acorta el tiempo de tratamiento, y el espacio entre las corticales bucal y lingual se puede rellenar con material de injerto particulado. Esta técnica requiere un mínimo de 3 mm de hueso entre las tablas óseas, presencia de hueso espon- joso, así como una base ósea más amplia que la cresta a expandir para evitar la fractura de la tabla bucal a nivel de dicha base. Si bien la corticotomía alveolar ofrece me- nor tiempo de tratamiento y morbi- lidad al evitar una zona donante y menor dolor e inflamación, en oca- siones puede favorecer una exce- siva inclinación de los implantes, comprometiendo tanto la función como la estética del complejo im- planto-protésico6,11,12 . Blus y cols. estudiaron 180 implantes simultá- neos a la expansión crestal y obtu- vieron una tasa de éxito global de 97,2% —95,1% en el maxilar supe- rior y del 100% en la mandíbula—, concluyendo que la técnica de ex- Implantología 19