Please activate JavaScript!
Please install Adobe Flash Player, click here for download

Dental Tribune Latin American Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America rallas y a la que se podía acceder por ocho caminos, se hallan algunos de los vestigios mejor conservados de la época Inca. El Templo del Sol, de forma semicir- cular, es probablemente el ejemplo más notable de la sofisticación ar- quitectónica de la ciudad. A su lado se encuentra la Tumba Real, donde se cree que yace Pachacutec, primer emperador del Tahuantisuyo, bajo una roca esculpida directamente en la misma montaña. El Templo de las Tres Ventanas es una estructura ciclópea, dos de cu- yas ventanas de forma trapezoidal miran al este y una al norte. Está construido con rocas de enorme tamaño que en- cajan perfecta- mente unas sobre otras y se cree que es una repre- sentación simbó- lica del cerro del mismo nombre de donde, según un mito, salieron los Incas el día de la creación. La Intihuatana es una roca sagrada situada sobre una colina, compuesta de una plataforma irregular de cua- tro lados cuyos ángulos están orien- tados a los cuatro puntos cardinales. Se cree que trata de un observatorio solar en el que este obelisco chato de más de ocho metros de ancho es la pieza central de un complejo sistema astronómico para determinar las fe- chas de inicio y fin de los ciclos agrí- colas. Su nombre en quechua signifi- ca «el lugar donde se amarra al sol», lo que se ha interpretado como un intento para que el astro no dejara de brillar, pues si su luz se extinguía, se acabaría la vida. Hiram Bingham, el explorador nor- teamericano que descubrió Machu Picchu en 1911, sostenía que la ciu- dad tenía 1.000 años de antigüedad y había sido fundada por Pachacútec como un lugar inexpugnable para sus descendientes. «Un cañón formidable, cuya roca principal es el granito y cuyos preci- picios suelen superar los 300 metros de pared cortada a pico, presenta dificultades de ataque y facilidades de defensa sin parangón», escibió Bingham. «En una cresta estrecha, rodeado por doquier de laderas ver- ticales o casi verticales, un pueblo de avanzada civilización —artístico, in- ventivo y capaz de perseverar en un proyecto a largo plazo— construyó en algún momento del pasado remo- to una ciudad-refugio». En realidad, documentos coloniales prueban que los españoles conocían el lugar e incluso ya identifican en 1585 a quien se supone fue el último cacique de Machu Picchu, el cual les pagaba tributo. Un siglo después, el soldado español Baltasar de Ocam- po escribió sobre un poblado «en lo alto de una montaña» de edificios «suntuosísimos». Y en 1902 el perua- no Agustín Lizárraga llegó al lugar guiando a otros tres visitantes, que dejaron un graffiti con sus nombres en uno de los templos. Ahora sabemos que Machu Picchu (Pico Viejo) se construyó aproxima- damente en 1450, durante el reinado de Pachacutec, y que la ciudad fue abandonada unos 100 años después. El lugar era un centro ceremonial, a la vez que una residencia tem- poral del Inca, y se cree que se abandonó des- pués de la rebe- lión de Túpac Amaru. Frente a Machu Picchu, el afilado perfil del Huay- na Picchu (Pico Joven) domina majestuosamen- te toda la ciudad con sus 2.800 metros de altu- ra. En su cima se halla el llamado Trono del Inca, un asiento tallado en roca justo sobre el precipio, desde el que se ve Machu Picchu, las verdes cumbres que ro- dean el entorno, el Camino del Inca que lleva a Cusco por antiguos sen- deros y el valle por el que el corre el río Urubamba. Los sacerdotes y astrónomos Incas se llevaron sus secretos a la tumba y la ciudad de Machu Picchu conserva guardados sus misterios, escondida en las alturas de los Andes, cercana a la selva amazónica, oculta de las miradas del valle por sus cambiantes vestidos de nubes. 40 Cultura Una de los complejos de viviendas de la ciudad. La estructura de terrazas donde se cultivaba papa, maíz, coca o lúcuma. Vista exterior de las tres ventanas de forma trapezoidal del Templo del Sol. «Se cree que la Intihuatana, una roca sagrada cuyo nombre en quechua significa ‘el lugar donde se amarra al so’, es un observatorio astronómico para determinar los ciclos agrícolas».