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Dental Tribune Hispanic and Latin American Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America personas y animales. Las concen- traciones de mercurio en los peces son muy variables. Los mayores en la cadena alimentaria, como el pez espada, atún, etc., poseen mayores concentraciones de metilmercurio que los peces del nivel más bajo en la cadena alimentaria. En relación a los centros de salud, estos se consideran las principales fuentes de liberación de mercurio a nivel atmosférico, producto de las emisiones de la incineración de de- sechos médicos. Los centros de salud también contribuyen a la contamina- ción por mercurio de las masas de agua debido al vertido de aguas re- siduales no tratadas. Según un infor- me de 1999, se atribuye a estas insta- laciones hasta un 5% de la liberación total de mercurio en las aguas resi- duales. El Departamento del Medio Ambiente de Canadá estima que más de un tercio de la carga de mercurio de los sistemas de aguas residuales se debe a las amalgamas dentales en la práctica dental. En ese mismo or- den, la OMS confirmó en décadas pa- sadas que el mercurio en la amalga- ma dental es la fuente no industrial más importante de emisión de vapor de mercurio, exponiendo a la pobla- ción afectada a niveles que superan con creces los establecidos para los alimentos y para el aire20, 21. En los entornos profesionales, la exposición de la población general a mercurio elemental se produce fundamentalmente por inhalación de vapores. El nivel medio de mer- curio atmosférico es ahora alrededor de tres a seis veces superior al nivel estimado para el medio ambiente preindustrial 22 . “El mercurio elemental es liposolu- ble y atraviesa fácilmente las mem- branas biológicas, incluso la barrera hematoencefálica. Sus compuestos se pueden metabolizar en los tejidos del organismo a otras formas de mer- curio. El mercurio elemental se pue- de oxidar en el organismo a su forma inorgánica divalente mediante la vía de la catalasa-peróxido de hidróge- no. Tras la exposición al mercurio elemental o a compuestos inorgáni- cos de mercurio, la vía principal de excreción es la urinaria. En la vigi- lancia biológica de la exposición a las formas inorgánicas de mercurio se ha utilizado ampliamente la de- terminación de las concentraciones en la orina y la sangre; los niveles de mercurio en el pelo no reflejan de manera fidedigna la exposición a mercurio elemental o a los compues- tos inorgánicos de mercurio. “Se han observado trastornos neuro- lógicos y del comportamiento en per- sonas tras la inhalación de vapor de mercurio elemental, la ingestión o la aplicación cutánea de medicamentos que contenían mercurio inorgánico, por ejemplo polvos dentales, poma- das y laxantes, y la ingestión de ali- mentos contaminados. Se han notifi- cado una gran variedad de síntomas, que son cualitativamente semejan- tes, con independencia del compues- to de mercurio al que se haya estado expuesto22. “Entre los síntomas neurotóxicos específicos cabe mencionar temblo- res, inestabilidad emocional, insom- nio, pérdida de memoria, cambios neuromusculares, dolor de cabeza, polineuropatía y déficit de rendi- miento en las pruebas de la función cognoscitiva y motora. Aunque se han observado mejoras en la mayor parte de los trastornos neurológicos al interrumpir las fuentes de expo- sición, algunos cambios pueden ser Informe Especial 29 Figura 3