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Dental Tribune Hispanic and Latin American Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America Colombia 19 El equipo de Oral-B, que realizó una presentación verdaderamente asombrosa de la pasta Pro-Salud. Algunas de las figuras que hicieron posible el evento. Eduardo Ordosgoitia, organizador del evento, cantando con su “Grupo Musical Son Cinco”. La Fiesta Blanca patrocinada por Oral-B. Los organizadores y la ganadora del carro rifado durante el evento. El cantante dominicano Sergio Var- gas en acción. Uno de los dirigentes de Oral-B du- rante su presentación. Panorámica de la cena ofrecida por Oral-B. El grueso de los odontólogos en Co- lombia está mál remunerado, miles desempleados y algunos arrepenti- dos de haber escogido esta profesión. Lo que le sucede a las profesiones de la salud tiene su raíz en la Ley 100 de 1993, a partir de cuando el Estado se despojó de sus responsabilidades en materia de atención de salud, dejando que los particulares pasaran a recetar las fórmulas del mercado, y no las que deberían aplicarse, que consagran la salud como un derecho fundamental. Los escándalos recientes sobre el ma- nejo de los recursos de salud demues- tran que la falta de controles oficiales y el exceso de concesiones al mercado ha sido aprovechado por algunos em- presarios para hacer cosas indebidas, en tanto que la atención en los hospi- tals públicos se ha deteriorado por falta de recursos, fruto a su vez, del desor- den en las cuentas de Fosyga, operador del sistema. Las víctimas de este caos terminan siendo los pacientes mal atendidos y los profesionales de la salud, a los que en muchos casos, ni les pagan a tiempo sus salarios. Pese a que no es el modelo ideal, lo cierto es que hoy estamos en niveles muy superiores a los de dos décadas atrás y los hospitales y clínicas son más y están mejor dotados. Y también es verdad que hay una oferta más amplia de servicios. Pero la tarea no se ha he- cho bien. El incumplimiento del derecho de los pacientes, se ha corregido más por las sentencias de los jueves que por la volutad de gobiernos o de operadores privados. Quiero formular algunas propuestas: Lo primero que hay que destacar es que los adelantos en materia de cien- cia y tecnología aplicada a la odontolo- gía y la mejora de los servicios de salud han hecho que el boom del turismo odontológico se dispare, de tal forma que hoy en día Colombia sea un país apetecido en salud. Uno de los mayores atractivos es que los tratamientos en Colombia le repre- sentan al turista extranjero una eco- nomía del 30 al 50% por debajo de los tratamientos en Europa o en Estados Unidos. Otra de las razones es que la Organi- zación Mundial de la Salud cataloga a Colombia como número uno en Lati- noamérica a nivel de atención en salud y el 22 en el mundo por su excelente desarrollo humano y tecnológico. Estas razones son incentivo para los profesionales de la salud, ya que se convertirían en un sector dinámico y productivo para la economía del país. Esa buena clasificación internacional y esos logros profesionales de los odon- tólogos colombianos deberían ser ca- nalizados para ayudar a enfrentar pro- blemas como el 44.5% de desempleo. Esto no debería ocurrir en un país con millones de personas afectadas por problemas de salud oral, una profesión donde cerca de 18,000 odontólogos están sin trabajo, y donde egresan al menos 3,500 cada año. Es un llamado a una “atención de urgencia”, para uti- lizar un término usado por el gobierno, los gremios y la academia. Las mismas cifras de la odontología son aterradoras: del total de odontólo- gos activos, el 5% no ejerce, el 60% se dedica a clínico asistencial y un 30% se dedica a otras labores no asociadas al área clínica asistencial. Llama la atención también que la odontología es una profesión muy concentrada en las grandes ciudades, por razones de capacitación, medios e incluso de seguridad. Ahí es donde uno esperaría que el futuro Ministerio de Salud y las secretarías trabajen de la mano con la Federación Odontoló- gica Colombiana, las universidades y los demás gremios del sector para de- sarrollar programas que estimulen el trabajo rural mediante programas de atención y prevención a nuestra pobla- ción más pobre en el campo. En la misma línea, coordinar con el Ministerio de Trabajo para que los re- cién egresados entren a ser beneficia- rios de la nueva ley de empleo. En ese sentido, se podría plantear al gobierno que se cree una mesa de trabajo para encontrar salidas a temas como la re- gulación de un número de programas, facultades y cupos para la formación de odontólogos en el país, que se cumplan disposiciones de la OMS de 1 odontólo- go por cada 3,500 personas. Y también trabajar en la regulación del número y tipo de postgrado en odontología para que la sobreoferta no se convierta en el dinamizador de salarios cada vez más bajos. La recertificación La recertificación es clave porque obli- ga a una permanente preparación y ac- tualización en las destrezas de la pro- fesión y regula los aspectos inherentes para que la actividad se desarrolle den- tro de un marco ético adecuado. Pero para los profesionales de la salud, incluidos los odontólogos, se ha creado un vacío debido que la ley aprobada debió ser una ley estatuaria. Esta es una invitación para que los gre- mios de la salud, incluida la federación, el Colegio Colombiano de Odontólogos y las facultades, llevemos de nuevo al congreso el proyecto de ley que consa- gre la recertificación Recursos • www.fosyga.gov.co Un senador con las ideas clarasCartagena E l senador colombiano Armando Benedetti dio una impor- tante conferencia durante el III Congreso Odontológico Latinoamericano en la que puntualizó muchos de los pro- blemas por los que pasa la salud en su país. A continuación ofre- cemos un resumen de sus declaraciones.