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Dental Tribune Hispanic and Latin America Edition

DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America insistir en que esta forma de incisión de nada serviría si no va acompañada de la colocación de una prótesis inmediata que nos sirve de soporte y da volumen a los tejidos, evitando el grave problema de la aparicióndetronerasentrelosdientesque tantocomprometenlaestética. Unavezexpuestoelhuesocomprobamos el defecto óseo que ya habíamos diag- nosticado en las exploraciones iniciales, observando la invaginación del mismo sobre todo a medida que nos acercamos al reborde crestal. Pasamos nuestra primera fresa lanceola- da con refrigeración interna y externa a 1000 r.p.m. realizando el inicio de nues- tro alveolo quirúrgico sede de nuestro futuro implante. A continuación y antes de seguir con el resto de instrumentación insertamos un mensurador para compro- bar que la dirección vestíbulo-palatina y mesio-distal son correctas (Figura 5). Una vez comprobado mediante radiovi- siografía que todo es correcto prosegui- mos con el resto de fresas de la caja qui- rúrgica hasta acercarnos al tamaño de la fijación que vamos a colocar (Figura 6). Unos de los elementos quirúrgicos im- prescindibles, en especial cuando realiza- mos tratamientos sobre crestas estrechas, es la combinación de expansores de cres- ta con iniciadores de rosca. Este último solo en su fase inicial. Cuando la cortico- tomía crestal es la técnica de elección15-16 el uso del expansor es exclusivo (Figura 7). Sin embargo, cuando no llega a ser necesaria la corticotomía vamos pasando expansores gradualmente mayores que consiguen una compresión trabecular pero sin pérdida de dichas trabéculas por corte. Finalmente, el roscado de unas po- cas espiras del iniciador de rosca (Figura 8) nos va a facilitar la inserción fácil de este implante Klockner SK2 que dispone de una espira amplia que le confiere muy buena estabilidad primaria para la poste- rior carga Inmediata del mismo. Durante la inserción de la fijación de tita- nio y como ya habíamos previsto se expu- sieron las espiras iniciales (Figura 9) pero la estabilidad primaria del implante era más que correcta al ser este de 14mm. y el hueso de tipo II. Seprocedióalrellenodelmismoconhue- so porcino, mediante “estratificación por capas”(Figura10).Unavezseconsiguela rápida estabilización del injerto se inicia un ligero endurecimiento del mismo que permite la colocación de la siguiente capa de hueso hasta alcanzar el volumen ne- cesario para corregir el defecto existente (Figura 11). Todo ello de nada serviría si no dedicáramos una especial atención a laobtencióndeunsangradoóseodelhue- sodelpacienteeinclusoporextracciónde sangreintraoperatoriaparamezclarlacon el injerto de superficie (Figura 12). Una vez la consistencia del biomaterial es correcta y antes de cerrar el colgajo, rea- lizaremos el atornillado directo del trans- fer, el cual nos permitirá posteriormente realizar la toma de impresiones para confeccionar la prótesis provisional en el laboratorio (Figura 13). En este tipo de biomaterial y debido a la consistencia antes mencionada, normal- mentenoesnecesarioelusodemembra- nas ya que la reposición del colgajo sobre éste no induce prácticamente deforma- ción alguna que provoque una pérdida o cambiodeposiciónenelvolumeninjerta- do. Seguidamente procedemos a la sutu- ra,dedicandoespecialinterésaconseguir un perfecto cierre primario de la herida, tanto en la zona crestal como en las des- cargas vestibulares, asegurando de esta manera la inmovilización del biomaterial introducido y su ajuste sobre el periostio (Figura 14). Una vez hemos realizado la toma de im- presiones sustituimos el transfer por un pilar de cicatrización cuya única finalidad es evitar un cierre de la herida sobre el implante durante las horas que transcu- rran hasta la entrega del provisional. Enlaexploraciónmedianteradiovisiogra- fía podemos observar la correcta direc- ción en la creación del alveolo quirúrgico y la inserción del implante, obteniéndose una estabilidad primaria de 45 Ncm, que permitirá realizar la carga inmediata de dicho implante y del hueso circundante congarantíadeéxito.Tambiénseobserva la lesión radicular del 21 que ha perma- necido asintomática, a pesar de la clara imagen en la RVG, durante los 5 años que la paciente fue portadora de su P.P.R. y los 6 años posteriores a la intervención y co- locación del implante (Figura 15). Enellaboratorioprocedemosalajustedel calcinable sobre el hombro de la réplica Implantes 7 13Atornilladodirectodeltransfersobreelim- planteparalaposteriortomadeimpresiones. 14. Inicio de la sutura del colgajo con ex- posición del transfer a traves del mismo.